¿Cuidas tu belleza exterior pero no sabes cómo hacerlo con la belleza interior? O quizá pienses… ¿Cuidar la belleza interior hará que me olvide del exterior? Pues dejame decirte que nada más lejos de la realidad, ambas van unidas.
Para entender nuestra belleza interior uno de los mayores problemas son las prisas. El hacer continuo. Creer que el tiempo es oro y que es necesario aprovecharlo, exprimirlo. Tener que ser productivas. Hacerlo todo y hacerlo ya. Sin pausa. Ese hacer continuo nos separa de nuestro interior. Tanta acción nos acelera, nos desconecta e impide que podamos llevar la mirada hacia dentro.
Porque si algo necesita la belleza interior para aflorar es de calma, de tiempo, para contactar con nosotras mismas y mirar hacia dentro. Mirarme a mí. Mirar quién soy yo en realidad…
Eso no quiere decir que tenga que olvidar quien soy yo por fuera, o dejar de hacer cosas que me hagan sentir bien o más segura. Existen muchas creencias sobre la belleza natural, nada de maquillaje dicen algunos, algunas prendas de ropa mejor no usarlas, dicen otros… Pues deja que te diga que existe una belleza natural, con maquillaje natural, el que tu consideres natural y que decir de la ropa, la moda o no moda la creas tú, y todo conecta perfectamente con la belleza interior, la paz y armonía física y mental.
Cuidar tu cuerpo siempre será importante mientras tengas vida. De hecho, es saludable sentirse orgullosa con el cuerpo de uno mismo, querer verse bien y sentirse atractiva. La conexión entre tu belleza interior y exterior forma parte de un equilibrio de salud y bienestar. Además, reconocer lo maravillosa que eres por dentro y fuera refuerza tu autoestima. Sobre todo, te ayuda a descubrir, aceptar y valorar el gran ser humano que eres.
Recuerda que la esencia de quien eres va más allá del número en la báscula, la talla de los pantalones que usas o la cantidad de maquillaje que utilizas.
Centrarse en tu belleza interior no significa que dejes de tomar decisiones saludables. Simplemente significa mirar más allá de tu físico y también trabajar y cuidar tu mente y tu espíritu. Disfrutar de quienes somos como persona y de esa belleza interna que poseemos, refuerza la relación que tenemos con nosotras mismas, promueve una relación saludable con la comida, mejora nuestras relaciones interpersonales, funcionamiento laboral y hasta nos permite disfrutar de las cosas simples de nuestro día a día.
Juntas recorreremos el camino, no te mentiré, conocerse uno mismo por dentro no es fácil, para mí fue una de las cosas más complejas de mi vida, pero es tan sanador y te empodera de tal forma que, sin duda, es el mejor de los regalos que pude hacerme jamás.
Estoy preparada, tras un largo proceso de autoconocimiento donde yo misma he descubierto muchas cosas sobre mi, otras las tenía silenciadas por el ruido externo que a veces, sin darnos cuenta, dejamos marchitar, me he sorprendido también, he aprendido a conectar con mi interior sin olvidar mi exterior y de esa manera seguir siendo quien soy y poder transmitirlo con mi estilo, descubriendo el estilo que me potencia y el que me limita, el saber como usar los colores para proyectar lo que quiero y los colores que me dan más luz y lo mismo con el maquillaje.
Aunque es un camino donde nunca dejo de aprender y descubrir, estoy más conectada con mi YO que nunca y ahora quiero tender mi mano y que TÚ, que lees esto, la agarres y te dejes acompañar y apoyar, guiar y aconsejar en este maravilloso camino donde conectarás tu yo interno para reflejarlo en tu imagen externa, aprenderás a quererte, aún más por fuera y amarte como jamás antes lo hiciste por dentro.
